La Cascada, Ereván
No hay nada como el Monumento Cascada en ninguna parte del territorio postsoviético. A primera vista es difícil definir su género: no es ni un monumento ni un edificio. Para ponerlo de una manera simple, Cascada es la decoración original de la ciudad en la forma de una composición arquitectónica única. La Cascada es un sistema de escaleras grandes, con un total de 572 escalones que conectan elegantemente las áreas del centro de la ciudad con las zonas residenciales localizadas en los alrededores de las colinas. Todo junto luce como una enorme y espectacular escultura moderna. Grandes tramos de escaleras con fontanas corren colina arriba, coronados con el obelisco de la animada Armenia.
La cima del monumento Cascada puede ser alcanzada por un largo tramo de escaleras que abren una vista de Ereván y el Monte Ararat a la distancia. La Opera y otros edificios notables son también visibles desde las alturas. A medida que se va descendiendo hay varios niveles con diversas muestras de arte y fontanas.
La construcción del Monumento Cascada comenzó en 1970 y fue parcialmente finalizada en 1981. La segunda fase duró hasta mediados del 2000, con el arribo de trabajos de arte moderno, parte de la colección privada del coleccionista armenio-norteamericano Gerard León Cafesjian.
El Monumento Cascada está localizado en el comienzo de la calle que lleva el nombre del arquitecto Tamanjan. Al pie de la Cascada se encuentra e monumento de Tamanian, el cual lo muestra inclinado exhibiendo el plano general y vistiendo el manto de su madre. Cerca del monumento se encuentra una divertida escultura llamada “el gato negro” del famoso artista y escultor sudamericano Fernando Botero, además de numerosas esculturas de otros artistas.