Artesanías en Azerbaiyán
Casi todas las ciudades de Azerbaiyán podrían llamarse ciudades de artesanos. En el pasado, cada ciudad era un centro de artesanos y maestros, con tejedores, joyeros, herreros, talladores y bordadores creando y elaborando sus artesanías. Azerbaiyán estaba en el lugar perfecto para los artesanos, con viajeros y comerciantes que venían de todas partes. Azerbaiyán estaba justo en la Ruta de la Seda, entre Rusia e Irán, así que había un comercio rico y mucho movimiento. Los creadores y artesanos de Azerbaiyán podían aprender nuevas técnicas de sus vecinos y comerciar con nuevos materiales.
Aunque los artesanos profesionales llevaron la artesanía azerbaiyana a nuevas alturas, muchos productos fueron hechos originalmente en casa. Los diseños de alfombras, los patrones de bordado y las técnicas de metalurgia se desarrollaron por primera vez en casa. Diferentes regiones desenvolvieron sus propios patrones y estilos, que luego fueron transmitidos de generación en generación. Las hijas a menudo aprendían a hacer alfombras y otros textiles de sus madres, y desde una edad temprana empezaban a hacer artículos para sus nuevos hogares, mientras que los hijos recibían alfombras hechas por sus madres después de su boda. Las casas estaban ricamente decoradas con alfombras y bordados, lo que no sólo las hacía más cómodas, sino que también mantenía las habitaciones calientes durante el invierno. Las alfombras y los textiles de Azerbaiyán están tan llenos de historia y cultura que han sido declarados Obras Maestras del Patrimonio Inmaterial por la UNESCO.
Aunque muchas de las tradiciones artesanales azerbaiyanas se perdieron en la era soviética, se están recuperando en la actualidad. Lugares, como el taller de alfombras de Quba, han revivido las técnicas utilizadas para hacer alfombras tradicionales, además de diseños que se utilizaron hace siglos y que se perdieron con el tiempo. Lahij se llena una vez más con el martilleo de los maestros de cobre, como lo fue durante el apogeo de la Ruta de la Seda. Las artesanías tradicionales también son buenos recuerdos, ya que ofrecen colores y patrones únicos, las tiendas de recuerdos de todo el país están llenas de artesanías azerbaiyanas.