Baños Sulfurosos de Tiflis
En el casco antiguo de la ciudad es posible visitar los bien conocidos baños sulfurosos de Tiflis o los baños del zar de Roston. Los mismos se encuentran localizados en la calle Grishashvili, cerca del terraplén del río Kura. La aparición de los baños fue promovida por la abundancia de termas sulfurosas calientes en el área. Todos los baños fueron construidos en distintas épocas alrededor de los siglos XVII-XIX. El más antiguo de ellos es el baño Irakli, el cual en el siglo XVI fue objeto de argumentos de propiedad entre la familia imperial y los príncipes de Georgia.
El más hermoso es el baño Orbeliani. A ambos lados se encuentra decorado con minaretes y su fachada está decorada con mosaicos de cerámica predominantemente azul con detalles en blanco y amarillo. Entre los más destacados también se encuentran los baños Bebutov, Stade, Sumbatov, y Zubalov, todos nombrados tras sus antiguos dueños.
En la antigüedad, las personas no solo se bañaban allí, sino que también sociabilizaban incluso hasta el amanecer. En días especiales, las casamenteras de la ciudad arreglaban la presentación de jóvenes listas para casarse a las madres y familiares en búsqueda de esposas para sus hijos o parientes. En los baños también se realizaban fiestas y se cerraban negocios.
Alejandro Dumas, quien visitó los baños durante su viaje por el Cáucaso, quedó fascinado con ellos; el poeta Alexander Pushkin escribió en 1829: “Nunca antes había visto ni en Rusia ni en Turquía algo que pudiese superar la magnificencia de los baños de Tiflis”, describiendo los baños en detalle en su “Viaje a Arzrum”.
Los baños están construidos en un estilo oriental clásico. Son edificios robustos cubiertos desde abajo por domos semicirculares con aperturas de vidrio en el centro, las cuales sirven como ventanas de iluminación de los interiores, dado a que los baños en sí se encuentran al nivel del piso.
Los baños de Tiflis fueron destruidos y reconstruidos muchas veces. Los baños que existen en la actualidad, cuentan con algunos pequeños cambios arquitectónicos en relación a aquellos del siglo XIX.
Hoy en día, los baños sulfurosos de Tiflis son muy populares no solo para los turistas, sino también para los residentes, dado a que producen un gran efecto curativo. Los baños constan de cuartos separados con pequeñas piscinas individuales llenas de agua hidro sulfúrica. Hay cuartos privados pequeños, cuartos que pueden ser reservados para grupos de hasta 10 personas y cuartos de baño público, donde se comparte la piscina con otras personas. Usualmente los cuartos privados además de la piscina de agua sulfurosa, cuentan con una piscina de agua helada y un sauna. Solo siéntese en esa agua y todas sus enfermedades y padecimientos desaparecerán, especialmente se consiente con un masaje especial, tras el cual sentirá que ha renacido.