Monasterio de Betania, Tiflis
En los alrededores de Tiflis (a 20 km) hay un notable monumento de la cultura cristiana: el monasterio de Betania, construido en los siglos XII-XIII. Betania (Bethania) es un santuario erigido en honor de la Natividad de la Madre de Dios. El lugar está situado en la garganta boscosa del río Vere (Vera), con dos iglesias en su territorio. El gran templo principal recuerda a una perla por su tinte rosáceo. En su interior se conservan pinturas murales del año 1207 que representan al Rey Jorge III y a su hija - la Reina Tamar.
Historia del Monasterio
Poco se sabe de la historia de esta singular construcción. No hay información sobre las fechas exactas de su erección. La iglesia principal de la Natividad de la Madre de Dios se construyó aproximadamente en el siglo XII; la iglesia de San Jorge, otra de menor tamaño, se construyó antes - en 1196/07. Los científicos datan los murales de la iglesia de la Natividad en 1207. Sin embargo, existe la suposición, de que los edificios aparecieron allí un siglo antes, y en los años 1200 hubo una reconstrucción de la iglesia, y el interior fue completado con murales.
El nombre del monasterio procede del asentamiento palestino. No se sabe nada de la fundación de la construcción, pero se sugiere que pudo ser de los hermanos Orbeli (príncipes/duques), cuyas tierras familiares estaban cerca.
Durante muchos años se habían celebrado oficios en la abadía y los monjes habían vivido en su territorio. Posteriormente, Betania había servido durante algún tiempo como panteón familiar del clan Baratashvili. Sin embargo, el monasterio quedó descuidado, abandonado y olvidado por la gente. La iglesia en ruinas fue descubierta accidentalmente por el arquitecto y artista Gagarin, aproximadamente en 1850. Gagarin estudió el interior del viejo edificio semidestruido y encontró el mural con la imagen de la reina Tamar; más tarde se dio a conocer al público. Había mucha expectación en torno al monasterio, que ya tenía unos cuantos siglos de antigüedad. El templo fue restaurado y recuperó su importancia histórica.
Desde entonces, el monasterio estuvo en funcionamiento y, en 1936, se le adosó un molino. Durante el periodo de gobierno soviético, el gobierno ordenó detener la actividad de la iglesia y cambiar su estatus a monumento histórico, aunque a los monjes residentes se les dio permiso para permanecer en el monasterio como guardianes del valioso objeto.
Toda la decoración inicial y la fachada de los edificios quedaron prácticamente destruidas durante los últimos años y fueron objeto de restauraciones en varias ocasiones. Sólo quedan algunos pequeños elementos del original.
Arquitectura y Pintura de la Iglesia de la Natividad
Las crónicas no nos dicen cuándo y quién construyó el monasterio. Sólo ha sido posible rastrear la historia del lugar santo según los murales conservados que predominan en su interior. Los científicos tuvieron que componer la imagen del pasado a partir de los fragmentos de escritos en las paredes de la iglesia y las formas conservadas de la arquitectura.
Hoy en día, si se toma el camino hacia el monasterio de Betania a través de la garganta del río Vera, se ven puertas de ladrillo. A la izquierda de ellas, aún quedan restos de los muros que una vez existieron y del manantial. La Iglesia de la Natividad de la Madre de Dios se encuentra justo detrás de las puertas, y a la derecha de ellas, hay cuartos de servicio.
La Iglesia de la Natividad es una estructura clásica de cúpula en cruz con una cúpula cónica sobre un tambor cilíndrico con 12 ventanas (simboliza el número de apóstoles). En la parte occidental hay una construcción en ruinas. Los científicos sugieren que en su día hubo una torre. La parte sur tiene un portal con arcos. La arenisca utilizada para la construcción de la iglesia se había deteriorado durante esos 800 años. Todo el revestimiento se hizo de nuevo. Recientemente también se ha sustituido el tejado, que ahora es de teja metálica y hojalata.
El monasterio es famoso por sus pinturas murales, de gran valor para los historiadores. El fragmento más significativo es el retrato de la reina Tamar situado en la pared norte. Debajo, en la misma pared, hay un mural con la imagen del Rey Jorge III rodeado de su hija y un hijo, custodiados por dos santos guerreros. Este fresco fue rehecho varias veces, pero los restauradores contemporáneos consiguieron reproducir su aspecto inicial con la ayuda de equipos de alta tecnología. Las ventanas de los muros septentrionales están adornadas con frescos iconográficos poco comunes: "Judas y las 30 monedas de plata", "Judas Iscariote", "Agonía en el Huerto", San Pedro", Poncio Pilato". En conjunto, todos estos elementos muestran el ciclo completo de la Crucifixión de Jesucristo Salvador.
El muro occidental está adornado con una serie de murales que representan las maravillas de Cristo tras su Resurrección. El muro sur conserva un ciclo de murales famosos de una época muy anterior. Consta de 9 imágenes de profetas con los prototipos previstos que simbolizan a la Madre de Dios. Los científicos creen que no sólo es el ciclo más antiguo, sino también el más extenso y detallado. La imagen de David danzando junto al Arca de la Alianza con el maná del cielo en sus manos es la que mejor se ha conservado.
En cada fresco se puede leer la gran habilidad y profunda espiritualidad de sus creadores. Incluso siglos después, estas imágenes emanan cierto sobrecogimiento hacia el Reino de los Cielos. Hoy en día, este monasterio se considera la muestra más brillante de la arquitectura de templos georgiana.