Kostromá, Rusia
La capilla del Zar en el Gólgota, Ipatiev asentamiento en Kostroma.
Tours, Atracciones y Cosas que Hacer en Kostromá
La hermosa Kostromá que cuenta con la misma edad que Moscú, invita con su glorioso pasado cuya grandeza está probada en sus remarcables monumentos. Kostromá yace sobre el Volga, el río más grande de Rusia. El mismo divide a la ciudad en dos partes, cada una de las cuales está llena de diferentes atracciones.
La historia de la ciudad comenzó en 1152 y está conectada, como la mayoría de las ciudades del Anillo Dorado, con el nombre de Yuri Dolgoruky. El príncipe fundó Kostromá durante su campaña militar en la tierra de Kazán Bulgar en el sitio del antiguo asentamiento de las tribus ugrofinesas.
Muchas personas creen que fueron los finlandeses quienes dieron el nombre a la ciudad, “kostrum”, que en finlandés significa “fortaleza”. Otra versión acerca del origen de su nombre viene del ritual pagano de “Kostroma”, muy similar a Maslenitsa en Rusia. La ciudad creció, se desarrolló y a comienzos del siglo XIV Kostromá era una ciudad grande y floreciente, capital de un principado independiente. En 1238 Kostromá fue completamente destruida por una invasión mongola.
La idea de reconstruir la ciudad pertenece al príncipe Yaroslav Vsevolodovich de Vladimir. La ciudad había sido saqueada y quemada varias veces, pero cada vez recuperó su antigua grandeza. A comienzos del siglo XIV el príncipe de Moscú Iván Kalita compró la ciudad y la anexó a sus tierras.
En el siglo XV Kostromá fue devastada por tres incendios. Durante la Época de Problemas, Kostromá fue el lugar donde se decidió el destino del estado de Rusia. Mikhail Romanov, quien había sido elegido el nuevo zar ruso, se refugió en el Monasterio Ipatievsky y la delegación llegó allí para confiar al joven zar el destino de un estado arruinado. Los Poles quienes tenían la orden de capturar al nuevo zar, fueron engañados de camino al monasterio por Iván Susanin, quien los condujo a un pantano. Susanin donde murió en manos del enemigo, pero gracias a él, Rusia obtuvo un nuevo zar. La heroica acción de un simple campesino permanece en la historia de Rusia por siempre. El siglo XVII vio prosperar a Kostromá, convirtiéndola en una rica ciudad de mercaderes y artesanos. Desde la segunda mitad del siglo XVII Kostromá presenció la construcción de templos de piedra con los fondos de ricos mercaderes urbanos y la gente del pueblo.
En la segunda mitad del siglo XVIII la vida en la ciudad comenzó a cambiar. En 1773 durante un incendio se quemaron todos los edificios de madera del Kremlin junto con la mayoría de las viviendas. Sin embargo, pronto se aprobó el plan maestro de reconstrucción de la ciudad. En 1778 Kostromá se convirtió en la capital de la provincia que lleva el mismo nombre. Kostromá aun conserva el encanto de una ciudad mercantil de Rusia.