Kirguistán y la Ruta de la Seda
Muchas rutas de caravanas en la Ruta de la Seda cambiaron de vez en cuando, excepto las direcciones básicas de Este a Oeste y de Oeste a Este.
La ruta que pasa por Kirguistán siempre se mantuvo igual debido a su cercanía a las montañas de Tian-Shan y Pamir.
En la Edad Media, los siguientes trayectos de la Ruta de la Seda pasaban por el territorio del Kirguistán moderno: Pamir-Alay, Fergana y Chuya.
El primer ramal iba desde Termez a través de Samarcanda (Samarkanda), a lo largo de la afluencia del Kyzyl-Suu a Alay y conducía a Kashgar.
La línea de Fergana iba desde Samarcanda a través de Juyand (Khujand) hasta la ciudad de Osh. Osh era el principal punto comercial intermedio desde el que las caravanas se dirigían a Kasgar (Kashgar) a través del Paso de Torugart.
El tercer ramal pasaba de Zamin Rabat a Tashkent, Ispedzhab, Taraz, Nuzket (Kara-Balta) y Balasagun (Buran). Desde allí las caravanas viajaban a lo largo del Cañón de Boom para llegar a la zona de Issyk-Kul y más adelante a China a través de la cordillera de San-Tash.
La presencia de rutas de caravanas condujo al surgimiento y crecimiento de ciudades ricas, pueblos comerciales y artesanos, caravasares (caravanserais) - Dzhul, Suyab, Novokent, Balasagun, Boroskohon, Tash Rabat, Osh y Uzgen. El Kirguistán medieval se convirtió en uno de los centros culturales de los antiguos pueblos túrquicos.
Hasta ahora el territorio de Kirguistán conserva los recuerdos en forma de monumentos situados en la Ruta de la Seda: Kumbez Manas, el caravasar "Tash-Rabat" (siglo IX), la Torre de Burana, la Montaña Sulaiman (Suleiman-Too), el Complejo Arquitectónico de Uzgen, el Mausoleo Shah-Fazil.