Las 10 mejores cosas que hacer en Tayikistán
Tayikistán solía atraer a aquellos que viajaban a lo largo de la Ruta de la Seda con sus animados bazares, sus filósofos nativos, sus poetas y científicos quienes llamaban hogar a la región. En la actualidad, los turistas están redescubriendo esta tierra rebosante de montañas y lagos, amenizada por deliciosos sabores y psicodélicos colores.
Venga a descubrir la rica historia zoroastra e islámica de Tayikistán, las famosas Montañas del Pamir cuyos caminos prácticamente alcanzan las nubes y los puros lagos alpinos donde se desvanecen las preocupaciones de la vida cotidiana. Aunque no es exhaustiva, esta lista de las 10 mejores cosas que hacer en Tayikistán es una gran manera de comenzar a explorar algunos de los tantos sitios destacados del país.
1. Suba a la cima del mundo en las Pamir
Realice un viaje a lo largo de la Carretera Pamir (Carretera M41), la cual, si bien no es la carretera más alta del mundo, es ciertamente una de las más impresionantes. A pesar de que la ruta ha sido utilizada por milenios, el camino en sí fue construido por los militares rusos a finales del siglo XIX. Los puntos más altos cruzan el Pasaje Khaburabad (3,720 metros) y el Pasaje Ak-Baytal (4,655 metros) antes de pasar a través de Murghab, el pueblo más alto de la antigua Unión Soviética (3612 metros). En un viaje por la Carretera Pamir pasará sobre las nubes y descenderá en profundas gargantas a medida que disfruta de algunas de las vistas alpinas más deslumbrantes del mundo.
2. Pruebe su suerte regateando en el antiguo Juyand (Khujand)
Durante más de 2.500 años, esta ciudad en el río Syr-Darya ha sido un lugar de comercio, artesanía y guerra. Incluso cuando los ejércitos de Alejandro Magno, Genghis Khan y el Zar Ruso iban y venían, Juyand seguía siendo un centro para el desarrollo, el comercio y la cultura. En la actualidad, la capital norte de Tayikistán es la segunda ciudad más grande del país, la cual ofrece una fantástica ventana a la historia regional. Diríjase al Histórico Museo de la Región Sughd para caminar a través de los miles de años de transformación que ha presenciado Juyand. Si está buscado cosas que hacer en Tayikistán relacionadas con la cultura, regatear en el bazar aún sigue siendo una de las actividades más culturales, y no hay mejor lugar para practicar que en el Bazar de Panjsanbe, uno de los mercados al aire libre más grandes del Valle de Fergana.
3. Camine por las calles antiguas de Istaravshan
El origen de esta pequeña ciudad se remonta a Ciro (Cyrus), un rey persa del siglo VI A.C. Istaravshan floreció durante la dinastía Samanid antes de ser destruida por los mongoles y reconstruida por los timuríes. Asegúrese de visitar la popular ciudad-museo donde podrá comprar cuchillos hechos a mano intrincadamente decorados, telas con finos bordados, cerámicas exquisitas y zapatos tradicionales. Tómese un tiempo adicional para explorar las históricas mezquitas, madrasas, mausoleos y minaretes que recuerda a los visitantes el pasado islámico de Istaravshan.
4. Visite el Templo Budista Ajina-Tepe
Por siglos, Ajina-Tepe no ha sido más que un montículo regular para los locales, quienes lo llamaron Ajina-Tepe (Colina de Fuerzas Malignas), dado a que era irregular y accidentado. Poco se sabía de su historia hasta que los arqueólogos comenzaron las excavaciones en 1961 y encontraron un gran monasterio budista que databa de los siglos VII-VIII AD. El complejo incluye un templo y cuartos para los monjes, con pinturas y otras decoraciones cubriendo muchas de sus superficies. Sin embargo, el hallazgo más impresionante es una estatua de buda en Nirvana de 12 metros. A pesar de que solo fue hallada la sección de buda desde la cintura hasta la suela de los pies, los expertos fueron capaces de recrear la estatua entera y actualmente, el buda descansa su cabeza sobre un almohadón en el Museo Nacional de Tayikistán. Ajina-Tepe permanece abierta para aquellos viajeros que deseen visitar el monasterio original.
5. Sumérjase en el Lago Iskanderkul
Tayikistán cuenta con más de 1450 lagos alpinos. Entre los más conocidos se encuentra el lago Karakul (3960 metros), conteniendo lo que parece ser el antiguo cráter de un meteoro y el lago Sarez, creado en 1911 luego de que una avalancha en las Montañas Pamir bloqueasen el río Murghab y creasen una represa, destruyendo los pueblos de Usoy y Sarez en el proceso. Pero entre los lagos más hermosos se encuentra Iskanderkul, localizado al oeste de Tayikistán, en las Montañas Fan. Nombrado tras Alejandro el Grande, las impresionantes aguas azules de Iskanderkul están acentuadas por las montañas que lo rodean y los bosques, hogar de conejos, zorros, lobos, osos, cabras de montaña e incluso leopardos de nieve. De Iskanderkul fluye Iskanderdarya creando una alta catarata de 38 metros de altura conocida como el Niagara de las Montañas Fan.
6. Experimente la modernidad de Tayikistán en Dushanbé
A principios de la década del 1900, Dushanbé era un pueblo bastante pequeño, llamado así por sus bazares del lunes ("Dushanbé" significa lunes en tayiko). En 1929, la ciudad se convirtió en la capital de la recientemente declarada República Socialista Soviética de Tayikistán, y creció rápidamente a medida que Tayikistán se convertía en un centro para la producción de algodón y seda. Desde que Tayikistán obtuvo su independencia, la capital se ha ido construyendo y ahora cuenta con varios sitios culturales e históricos para visitar. Entre las cosas que hacer en Dushanbe le recomendamos visitar el Museo Nacional de Antigüedades de Tayikistán (sede de la estatua de Buda en Nirvana), observar la segunda asta de bandera más alta del mundo o simplemente dar un paseo por los amplios bulevares y numerosos parques de la ciudad. Cuando esté listo para un descanso, asegúrese de realizar una parada en una chaykhana o casa de té, para probar algunos de los platos locales.
7. Viaje en el tiempo en Panjakent (Penjikent)
Debido a la posición lucrativa de Panjakent en la Ruta de la Seda, la misma comenzó a desarrollarse en el siglo V, atrayendo habilidosos artesanos. Siendo originalmente un grupo de pueblos pequeños (Panjakent significa “Cinco Pueblos”), rápidamente amasó riqueza, tal como lo evidencian las opulentas pinturas halladas entre sus restos. Con la invasión de los árabes en el siglo VIII el pueblo fue abandonado y sus residentes huyeron a un refugio cercano. Sin embargo, las ruinas de Antiguo Panjakent han sobrevivido hasta el día de hoy, y han sido objeto de numerosas investigaciones, incluyendo aquella de un arqueólogo que trabajó allí durante 50 años. La moderna Panjakent está llena de vida y energía, y en su bazar aún se escucha el eco de los comerciantes de siglos pasados.
8. Párese donde una vez reinó el tigre del Caspio
En la frontera entre Tayikistán y Afganistán se encuentra la Reserva Natural Tigrovaya Balka, un parque único poblado por hábitats y especies en peligro de extinción. La reserva cubre 460 kilómetros cuadrados de tugay, un tipo de bosque húmedo que obtiene agua no de la lluvia, sino de las inundaciones periódicas. El área fue por mucho tiempo el hogar del famoso tigre del Caspio, hasta que la existencia del animal se vio amenazada por la caza y la agricultura. Las últimas huellas de tigres se encontraron en el parque en 1953, el mismo año en que se fundó la Reserva Natural de Tigrovaya Balka. Hoy en día, el parque alberga al ciervo bactriano, que solía ser la principal presa del tigre, además de una gran cantidad de aves en peligro de extinción. Con el tugay disminuyendo debido a la continua expansión de la agricultura y el levantamiento de represas en los ríos cercanos, el santuario Tigrovaya Balka juega un rol más importante que nunca.
9. Rinda homenaje a Rudaki, el Adam de los poetas
Rudaki nació en el año 858 AD, en un pequeño pueblo cerca de Panjakent. Se convirtió en el primer maestro de la lengua persa moderna, dejando su sello lírico y estilístico en toda la poesía que se escribió después de él. Rudaki estaba cerca de Nasr II, el gobernante samaní y pasó buena parte de su vida con el rey en Bujará. Finalmente, perdió el favor del rey y murió en la pobreza en su ciudad natal en 941. Solo una pequeña fracción de sus 130,000 coplas han sobrevivido, siendo algunas de las más amadas "Madre del Vino" y la "Oda a la Vejez". Su refinamiento y lirismo definieron la poesía persa durante siglos. El mausoleo de Rudaki solo se construyó en 1958, y la cara de Rudaki fue reconstruida a partir de restos de su esqueleto con la ayuda de Mikhail Gerasimov, el famoso arqueólogo y escultor. En la actualidad, Rudaki es celebrado como una figura cultural en Tayikistán e Irán. Conocido como el “Adán de los poetas”, su poesía e influencia son muy respetadas en todo el mundo de habla persa.
10. Pose su mirada en las riquezas de la antigua Sarazm
Una lista de las 10 mejores cosas que hacer en Turkmenistán no estaría completa sin mencionar a uno de los asentamientos humanos más antiguos de Asia Central, Sarazm, un pueblo de 5000 años. La tecnología vista en sus molinos y minas es muy impresionante para esa era, mientras que la gran variedad de artefactos desenterrados allí indica que sus antiguos habitantes eran expertos comerciantes, que comerciaban no solo entre los agricultores establecidos y los pastores nómadas, sino prácticamente con todo el continente asiático. Sarazm es ahora Patrimonio Mundial de la UNESCO, ya que muestra que tan globalizado y desarrollado era el mundo en la antigüedad, a la vez que destaca la posición de Tayikistán como centro histórico de civilización.