Necrópolis Mizdakhan, Karakalpakstán
La Necrópolis Mizdakhan o Mizda Khan es un antiguo cementerio ubicado junto a los restos de la fortaleza Gyaur-Kala (en inglés) y es uno de los sitios de peregrinaje más antiguos y visitados de Karakalpakstán. La fortaleza recibió su nombre durante la conquista árabe y significa “la fortaleza de los no creyentes”, siendo que los científicos descubrieron que sus habitantes solían ser zoroastrianos antes de ser conquistados por los árabes.
Todo el complejo de monumentos está localizado en tres colinas, a 3-4 km al sur de la ciudad de Khodjeyli en Karakalpakstán. ¿Cómo Mizdakhan se convirtió en un lugar de peregrinaje para musulmanes?, probablemente Gyaur Kala apareció primero. La emergencia de este asentamiento data del siglo IV AC. Dando una primera mirada sobre la fortaleza, el poder de sus densas paredes de 10 metros causa una fuerte impresión. Sus restos continúan protegiendo a estas ruinas de dos ciudadelas, una de las cuales, según los arqueólogos, solía ser edificio del palacio, y la otra el Templo de Fuego.
La otra colina, opuesta a la fortaleza, era originalmente el lugar para el cementerio Zoroastriano donde los residentes de la fortaleza enterraban a sus muertos. Esto se evidencia por los osarios (vasijas funerarias) descubiertas por los arqueólogos, así como también algo similar a un dakhma, una torre con un techo chato donde los zoroastrianos dejaban a sus muertos. Los pájaros masticaban sus huesos y luego los familiares los colectaban para apilarlos en lo osarios.
En el siglo VIII, tras la captura de la fortaleza por parte de los árabes, la religión zoroastriana fue destruida en todos los espacios abiertos de Asia Central y los muertos fueron enterrados de acuerdo con los rituales musulmanes. La leyenda cuenta que la tumba de Adán se encuentra localizada en Mizdakhan, lo cual contribuyó al hecho de que la necrópolis se convirtiese en un lugar sagrado. Además, un mausoleo erigido sobre la imaginaria tumba de Adán, tiene un sentido religioso muy especial. Es llamado “Reloj Apocalíptico” o reloj de arena. Cada año, de acuerdo con la leyenda, un ladrillo cae de la pared del edificio, y cuando el último ladrillo caiga comenzará el fin del mundo. Es por este motivo que los peregrinos intentan poner los ladrillos nuevamente en la construcción, creyendo que Dios escuchará sus plegarias y los salvará.