Centro de Artes Aplicadas en Madrasa Abul Kasim, Tashkent
En Uzbekistán se presta gran atención a la restauración y el desarrollo de la artesanía tradicional: talla artística en yeso (ganch), toréutica (talla en metal), bordado en hilo de oro y muchos otros. Con este fin se celebran numerosos actos, como exposiciones, festivales y concursos. El Fondo Uzbeko Oltin Meros ("Patrimonio de Oro"), que ayuda a los jóvenes artesanos a desarrollarse y a presentar sus obras, tiene gran influencia en el desarrollo de las artes aplicadas. En el marco de esta fundación, se abrió un centro nacional de artes aplicadas en el edificio de la Madrasa Abul Kasim de Tashkent.
El edificio en sí es un monumento histórico construido a mediados del siglo XIX, con el dinero del conocido y respetado representante de la élite de Tashkent Abulkasym eshon. Se trata de una figura histórica real que tuvo un impacto significativo en el desarrollo de Tashkent en el siglo XIX. Abulkasym eshon participó en las negociaciones con las autoridades rusas durante la toma del janato de Kokand y defendió a los habitantes de la ciudad durante las revueltas que asolaron Tashkent en la segunda mitad del siglo XIX. Los habitantes de la ciudad acudían a menudo a él en busca de consejo, honrándole y respetándole como a un hombre sabio e ilustrado.
El lugar para construir una madrasa no fue elegido por casualidad. Aquí se encontraba el santuario, donde, según la leyenda, se guardaban algunos cabellos de la barba del Profeta. La madrasa se construyó cerca del santuario. Con el tiempo, el santuario se convirtió en la mezquita Muyi Mubarak Hanaka de la madrasa. Según el trazado, la madrasa es un típico edificio medieval con un patio rectangular. El edificio tiene dos plantas con hujras (habitaciones de estudiantes) a lo largo del perímetro y salas de aprendizaje (darskhona). Como en la mayoría de las madrasas medievales, en la mayoría de las hujras hay incrustadas celosías de madera con dibujos - pandjars, obras de arte en sí mismas.
La madrasa es también un monumento histórico, incluso se utilizó como estructura defensiva durante la expansión rusa, y aquí se firmó el acuerdo de paz entre Rusia y los residentes de la ciudad después de que ésta fuera capturada. En la actualidad, el edificio alberga el Centro Nacional de Artes Aplicadas. Todo conocedor de la cultura oriental puede visitar la madrasa y observar cómo trabajan famosas artesanas uzbekas. Aquí se pueden encontrar las obras de hábiles bordadoras: alfombras, chales, bufandas, bolsos bordados al estilo tradicional. Los entendidos en productos metálicos pueden adquirir diversos artículos de metal, con sofisticadas tallas y grabados. Aquí se puede observar con los propios ojos cómo artistas de talento crean miniaturas orientales, cómo un trozo de madera se convierte en un magnífico joyero tallado, etc. Los amantes de la cultura oriental encontrarán muchas cosas interesantes si visitan el Centro de Artes Aplicadas de la madraza Abul Kasim en Tashkent.