Artesanías de Kazajistán
Las arduas condiciones de la vida nómade en la estepa y la difícil realidad de cultivar para subsistir, forzó a la gente a producir todas sus necesidades básicas. Así nacieron las artesanías folclóricas tradicionales, con objetos que cubrían las necesidades básicas y raramente eran utilizados comercialmente. Entre las tribus nómades, el tipo de artesanía estaba dividido en géneros. Los hombres se encargaban de procesar la madera, el metal, cuero y otro tipo de industria que requiriese fuerza y estuviese tradicionalmente asociada con los hombres; mientras que las mujeres trabajaban en áreas donde era requerida la perseverancia y el trabajo duro, como procesar la felpa o lana y confeccionar varios tipos de tejidos y bordados.
Con la incorporación de Kazajistán al Imperio Ruso a comienzos del siglo XIX, el desarrollo del comercio llevó a un declive en el rol de las artesanías folclóricas. Por otro lado, nuevos materiales importados permitieron a los artesanos expandir sus capacidades e implementar nuevas ideas. Como resultado, las artesanías se convirtieron en la prerrogativa de especialistas individuales quienes comenzaron a crear productos exclusivamente para la venta. En la actualidad, las artesanías son un reflejo de la rica cultura nómade de Kazajistán y sirven principalmente como regalo y souvenirs.
Trabajo en Madera
La madera era uno de los materiales más importantes en la vida de los kazakos nómades. Los marcos de sus yurtas, muebles, platos y otros elementos de la casa estaban hechos de varios tipos de madera.
El trabajo en madera comenzó principalmente en el norte de Kazajistán (zona de densa área forestal) y se expandió a medida que la población se dispersó. El aspecto más importante del trabajo en madera era la manufacturación de las partes de la yurta: el enrejado de las paredes o “kerge”, las vías y el aro del techo. Crear un marco fuerte y geométricamente correcto para un hogar permanente, requería de excelentes artesanos. Adicionalmente, el “shanyrak”, la más compleja e importante construcción, era a menudo pasada de generación en generación y podía ser decorada con varios elementos tallados.
Algunas piezas de la montura, herramientas, varias cerraduras y arcones, también eran hechas de madera. La realización de instrumentos musicales constituía un tipo de arte separado, y principalmente el “kobyz” y “dombra” requerían de una habilidad especial para su confección.
Metal
Los metales eran materiales menos comunes para los artesanos, pero la herrería era una habilidad importante en la vida de los nómades – herraduras de caballo, espuelas, partes de los arneses, cuchillos y otras herramientas eran hechas de varios metales. La metalúrgica y el trabajo con metal eran en su mayoría industrias pobremente desarrolladas, y con el desarrollo del comercio, los productos importados reemplazaron casi por completo la producción local. Sin embargo, la habilidad para trabajar metales era aplicada por los joyeros kazakos, una tradición que continua en la actualidad.
Cuero
El trabajo con cuero era otro aspecto importante de la vida kazaka. La ropa de invierno, los gorros, los detalles de la montura y varias armaduras estaban hechas de cueros tratados de animales salvajes y domésticos. Algunos tipos de ropa eran tan cómodos y de una calidad tan alta que se volvieron populares a lo largo de la región y cotizaban alto en los bazares de la Ruta de la Seda. Adicionalmente, los nómades realizaban recipientes para el agua y el kumis. La confección de zapatos era también una habilidad valuada entre los nómades y los kazakos calzaban botas tanto en invierno como en verano. A pesar de que tradicionalmente eran vistas como una tarea masculina, las mujeres a menudo se involucraban en el trabajo con cuero.
Felpa y Tejido
La manufactura y procesamiento de la felpa era una habilidad fundamental en la vida nómade kazaka y un importante rol para la mujer. Aún más importante, la felpa era utilizada para cubrir las yurtas, para zapatos y pantuflas, siendo también la felpa fina el material de varias prendas de vestir. La felpa servía como base para la alfombra tekemet, la cual cubría el suelo de la yurta, y las hermosas alfombras tuskyis que adornaban sus paredes. Este tipo de alfombra tejida de lana u otros tipos de tiras de tela fina, eran una tradición bien desarrollada e incluso en tiempos más recientes, el tejido de mantas fue ampliamente extendido.
Joyas y Grabado en Hueso
Los kazakos cuentan con una muy respetable historia en la realización de joyas y son expertos en muchas otras técnicas asociadas con el trabajo de metales tales como forjado, estampado, etc. La mayoría de las piezas eran de plata, aunque el oro también era utilizado. A partir de estos materiales los joyeros creaban diferentes tipos de anillos, pulseras, aretes y colgantes, así como también detalles para la ropa – adornos tales como hebillas y botones. El grabado en hueso era otro tipo especial de artesanía de los kazakos. Los artesanos grababan varias figuras en los huesos y cuernos de los animales y confeccionaban finos platos con varios diseños para ser incrustados en los muebles.