Hogares Tayikos Tradicionales
Los hogares tayikos tradicionales forman un fascinante subconjunto de la arquitectura nacional y proporcionan un pantallazo interno del estilo de vida tradicional de los tayikos sedentarios.
La mayoría de los pueblos tayikos eran pequeños, consistiendo de algunas docenas de familias que formaban una comunidad cercana. Las viviendas eran típicamente construidas cerca unas de otras, a menudo con jardines entre las casas. Cada casa estaba rodeada por densas paredes de cemento las cuales formaban barreras a cada lado de las estrechas calles. Esto daba como resultado aldeas compactas con laberintos y callejones, y mientras los residentes podían fácilmente encontrar el camino a través de los laberintos, la gente de afuera rápidamente se confundía y perdía.
En las regiones montañosas, las casas se construían de piedra, mientras que en los valles y planicies la construcción demostró ser más compleja, a menudo con casas construidas de arcilla sobre un cuadro de madera. Tanto los hogares de montaña como los de los valles, eran usualmente construidos con techos chatos, y, en lugar de ventanas enteras, se cortaban tragaluces estrechos en el techo de la casa. Muchas casas tenían una chimenea y algunas una terraza (ayvon) adjunta a la vivienda. Las casas de las montañas del sur de Tayikistán eran conocidas per ser muy grandes, ya que debían acomodar a 3-4 generaciones bajo un mismo techo.
Como armarios, se utilizaban a menudo huecos cavados en las paredes. La mayoría de los hogares tayikos tradicionales estaban divididos entre la sección femenina y masculina y contaban con un patio en el centro. Los cuartos designados para mujeres estaban en el centro o la parte trasera de la vivienda, y no se permitía el ingreso de invitados. Una parte esencial del hogar, era un cuarto de invitados especial, llamado mehmonkhona, el cual reflejaba el rol central de la hospitalidad en la cultura tayika. En el centro del mehmonhona había una mesa, acomodada a lo largo del perímetro con largos y estrechos almohadones para sentarse. El piso del cuarto estaba cubierto de alfombras y de las paredes colgaban tradicionales alfombras y bordados.
En las regiones rurales del país, los hogares tayikos tradicionales aún siguen siendo muy comunes.