Rituales y Tradiciones de Boda en Turkmenistán
Casi todos los vestidos de novia de las mujeres turcomanas, además de su propósito directo, también cumplían el papel de amuletos. El traje de la novia consistía en varios amuletos diseñados para protegerla de las fuerzas del mal, que la ayudaban a mantenerse sana y próspera. Por ejemplo, incluso el propio vestido de novia en sí, que estaba hecho de tela roja tradicional, podía despertar envidia y atraer el "mal de ojo"; por lo tanto, se suponía que debía proteger a la novia por todos los medios posibles. Para evitar las miradas ajenas, la novia llevaba una capa que cubría su cabeza junto con amuletos y talismanes que se creía poseían un poder protector.
Todos los vestidos de novia tenían un hilo de lana de camello, un diente de cerdo, láminas de plata, cuentas con “ojos” y la capa estaba equipada con un bolsillo triangular cosido a ella, el cual contenía sal y carbón (en algunas naciones se cosideraba que la sal tenía propiedades protectoras).
Era una creencia popular que la novia no podía caminar en sitios marcados por la sangre de un animal descuartizado, caminar por un sitio con agua sucia y ceniza, pasar debajo de ciertos árboles durante sus primeros días de matrimonio, ni visitar funerales y ni conmemoraciones.
Uno de los más interesantes y complejos elementos del ritual de boda es “bashsalma”, la ceremonia de cambiar el tocado de mujer soltera o “takhya”, por el de una mujer casada.
Este ritual era una solemne, alegre y una bulliciosa mezcla entre las mujeres y las niñas de la boda. Las mejores amigas de la novia se colocaban en un círculo de pie alrededor de la novia tratando de defenderla de una juguetona pelea, la cual era inevitablemente ganada por las mujeres casadas, dado a que la novia ahora estaría dentro de su grupo. Luego, una brida de coloridos lazos era arrojado sobre la capa de la joven novia. El novio tiraba de la brida tres veces, como destrozando el tocado de niña. Luego, la cabeza de la novia era cubierta con un largo chal blanco donado por una mujer respetable (con muchos niños), y el “takhya” era dado a la hermana más chica del novio. El significado de este antiguo ritual era que, de acuerdo con antiguas creencias, la gracia de la portadora del takhya debía ser pasada a otra joven, para que la misma también se casarse de manera segura y de luz a muchos niños; ya que el propósito principal de una mujer es ser una esposa, una madre y continuar con el clan. Takhya era pasado con los deseos “¡Sanada Toy Etmek Nseip Etsin!”, lo cual significa “¡Que tú también tengas una boda!