Vinos en Uzbekistán
Uzbekistán es famoso por su rica y ancestral historia. Millones de turistas visitan el país para ver la antigua arquitectura de sus ciudades, pero solo algunas personas saben que los vinos uzbekos no son menos significativos que los sitios destacados de esta soleada tierra.
Historia de la Vinicultura en Uzbekistán
Desde el comienzo de los tiempos, uvas salvajes han estado creciendo en la fértil tierra de Uzbekistán. Notas acerca de la vinicultura pueden ser halladas en Avesta, el libro sagrado de los zoroastrianos que data del siglo I AC. Debido a la llegada del islam a la región en el siglo VII, la mayoría de las uvas locales son de mesa, siendo más populares los jugos y frutas secas, ya que el islam cuenta con una estricta prohibición de las bebidas alcohólicas.
Es interesante notar que hay una creencia de que la variedad de uvas kuldzhin fue traída de China, sin embargo, era transportada hacia China desde el Valle Fergana a través de la Gran Ruta de la Seda.
La producción industrial de vino en Uzbekistán comenzó solo a finales del siglo XIX, en la era bajo la influencia del Imperio Ruso. Más tarde, muchas bodegas fueron abiertas en la Uzbekistán Soviética. Mikhail Khovrenko logró establecer la tecnología de los primeros vinos añejos en una fábrica uzbeka en Samarcanda.
Uvas y Vinos en Uzbekistán
Hay alrededor de 200 días soleados en Uzbekistán. La abundancia de sol brinda a las uvas una extraordinaria dulzura, e incluso la misma variedad de uvas creciendo en diferentes regiones, tiene diferentes sabores. Las características del terroir (una combinación de factores naturales de la tierra donde crecen las uvas) incluyen el clima, la composición del suelo, la profundidad del agua bajo la tierra, los indicadores de la humedad en el aire y la temperatura promedio anual, así como también el roce del viento.
Uzbekistán es el principal país productor de vino de Asia Central. Una parte significativa del material del vino es exportada por los productores de vino uzbekos. El país produce vino blanco, seco, semi dulce y tinto dulce.
La mayoría de los tipos de uva utilizados por los productores de vino actuales, fueron llevados a Uzbekistán y entre ellos podemos encontrar Pinot Noir francés, Rkatsiteli y Saperavi georgianos, Karabkh Hindongna y Bayan-Shirey azerbaiyano
Soyaki es una variedad local de uvas uzbekas. El orgullo de los vinicultores ha crecido en las colinas al pie de las Montañas Tien Shan desde la antigüedad. De las uvas del soyaki se produce un ligero vino blanco y también es excelente para producir champagne y brandy. El vino es ligeramente ácido, con un fuerte aroma y unas notas de miel.
En Uzbekistán, vinos tintos secos con una saturación media son producidos del Pinot Noir. La bodega privada Chateau Hamkor y la Fábrica Tashkentvino perteneciente al gobierno, producen vinos a partir del pinot noir. Como regla, el Pinot uzbeko es seco, ligero, con notas de dulce de bayas. Asegúrese dejarlo respirar antes de probarlo y sentirá todos sus matices.
El vino Aleatico está hecho de una variedad de uvas del mismo nombre. Es un vino tinto dulce para postre. Se cree que la tecnología de este vino fue introducida por el jefe de la bodega de Samarcanda en 1939. El Aleatico uzbeko ha ganado varias veces medallas en exhibiciones internacionales.
De las uvas de Bayan-Shirey se elabora vino blanco seco, el cual usualmente cuenta con un vibrante color dorado y un placentero regusto cítrico. La Fábrica Tashkentvino y la Bodega Uzumfermer son los mayores productores de vino Bayan-Shirey.
La mayoría de los vinos blancos locales son mezclados, lo que significa que se utilizan varios tipos de uvas para su producción. Por ejemplo, la Bodega Bagizagan produce vinos tintos de la mezcla de Saperavi y Cabernet.
En Uzbekistán crecen más de 300 tipos de uvas. No todas las variedades crecen a una escala industrial, productores de vino amateurs y fábricas intentan buscar nuevos sabores y recetas a diario, siempre preservando las tradiciones de la vinicultura de Uzbekistán.