Literatura Uzbeka
En la base del desarrollo de la literatura uzbeka moderna se encuentra el rico folclore: el habla o las artes populares orales. Se escribieron y transmitieron epopeyas heroicas, cuyos personajes eran héroes representados en las imágenes de fuerzas diabólicas, quienes luchaban contra los opresores y encarceladores. Esta es la forma en que las epopeyas del folclore uzbeko, tales como “Koroghlu” y “Alpamysh”, fueron creadas. El poema Alpamysh, que cuenta la historia del coraje y la valentía de los guerreros uzbekos, sobrevivió por siglos y se convirtió en un real monumento de la literatura oriental.
Otro verdadero trabajo popular fue el ciclo de las “latifas”, historias y leyendas acerca de Afandi - Khoja Nasreddin – un ingenioso y astuto hombre quien con sus trucos le da una lección de los ricos y codiciosos y a aquellos en el poder.
En el siglo XI, muchos trabajos fueron creados, convirtiéndose en la base de normas religiosas de la moralidad islámica. Estos son los poemas instructivos tales como "Kugadau Bilig" ("El conocimiento de Grace" o "Ciencia de la felicidad") (1069) de Yusuf Has Hajib Balasaguni (Yusuf Balasagun), el poema "Khibat al-Khakaik" ("Regalo de la verdad") de Ahmad Yugnaki y especialmente “Diccionario de los dialectos turcos (1072-74), compilados por Mahmud Kashgari.
El máximo florecimiento de la ficción fue alcanzado en la era histórica de Amir Timur y su dinastía. Su popularidad se atribuye al hecho de que los trabajos adquirieron un carácter más secular, liberándose de la excesiva religiosidad. Durante este período, floreció Alisher Navoi, el gran poeta oriental, pensador y político, quien es considerado un clásico de la literatura uzbeka y el fundador del lenguaje uzbeko. Sus inmortales trabajos “Chordevon” y “Khamsa”, están incluidos en los tesoros de la literatura mundial y fueron traducidos en cientos de lenguas.
El gobernante de la última dinastía Timurid, el fundador del Gran estado Mogul en India, el cual existió por dos siglos, Zahiriddin Mukhammad Babur, era no solo un talentoso gobernante, sino también notable como uno de los poetas sobresalientes de su época. Su poema épico “Baburnama”, el cual describe su biografía y la historia de la gente de Asia Central, Afganistán e India, se convirtió en una obra maestra de la literatura de Uzbekistán, un valioso monumento histórico y literario de su época.
La literatura uzbeka de los siglos XVIII-XIX es lírica y mayormente dedicada al amor. Durante ese período florecieron poetas tales como Nadira Uvaisi, Mashrab y Khorezmi, entre otros.
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, tras la anexión de Turkestán al Imperio Ruso, comenzó un nuevo y moderno período de la literatura uzbeka, el cual fue presentado por sobresalientes personalidades tales como el poeta y escritor Mukimi y el poeta y satírico Furqat. La era soviética dio talentos tales como el poeta y dramaturgo Hamza Hakimzade Niazi, el poeta y escritor Sadriddin Ayni, el primer novelista uzbeko Abdullah Kadiri y el escritor y filósofo Fitrat – ambos reprimidos por Stalin. Sus tradiciones literarias fueron continuadas por Oybek, Gafur Gulam, Abdulla Kahhar Khamid Alimjhan, Uygun y otros.