Cañón Ybykty, Mangystau
El cañón Ybykty, una joya de la región de Mangystau, puede ser pequeño, pero tiene un impresionante impacto visual con sus sinuosas y serpenteantes formaciones. Sus acantilados se retuercen y giran, creando siluetas únicas contra el cielo. Las paredes del cañón presentan una variedad de patrones de agujeros que evocan imágenes de panales, texturas óseas al microscopio o chocolate aireado, lo que le ha valido el sobrenombre de "desfiladero poroso de Ybykty".
Ybykty, que se remonta a la era paleógena, hace unos 60-40 millones de años, es una obra maestra geológica antaño sumergida bajo el océano Neotethys. Con el tiempo, las precipitaciones esculpieron la piedra caliza en un relieve nítido, mientras que las lluvias actuales siguen grabando en la piedra, dejando un lienzo donde el musgo y las algas dibujan los niveles de agua pasados.
Las peculiares marcas del cañón fueron formadas por antiguos organismos marinos o por reacciones químicas en las profundidades de la presión oceánica.
Aventurarse por el Ybykty es una experiencia inolvidable, con paredes de cañón que se estrechan en estrechos corredores, admitiendo la luz del día sólo al mediodía o reflejando un crepúsculo perpetuo en sus recovecos más recónditos. Su corto tramo oculta una empinada subida, que requiere escaleras para sortear grandes escalones naturales.
El atractivo de Ybykty se compara a menudo con el del Cañón del Antílope de Arizona, aunque se distingue por sus formaciones porosas y una paleta de colores diferente. Lamentablemente, sigue desprotegido y las marcas de vándalos estropean sus superficies accesibles.
Los visitantes pueden explorar la entrada del desfiladero, subiendo a plataformas para sentir la textura única de la roca, similar a la arena endurecida. Pero la seguridad es primordial, ya que los frágiles salientes son propensos a desplomarse.
Las personas con tripofobia, miedo a los agujeros, pueden encontrar este lugar inquietante, al igual que las formaciones similares pero menos abundantes cerca de la mezquita Shakpak-ata, a 70 kilómetros de distancia.
La distancia directa de Aktau a Ybykty es de unos 50 kilómetros, pero el viaje se alarga hasta los 150 kilómetros debido al trazado de la carretera. Para llegar a Ybykty hay que conducir 130 kilómetros por carretera asfaltada hacia la aldea de Beki y luego avanzar 30 kilómetros hacia el oeste por un camino de tierra. En esta ruta, merece la pena visitar la mezquita subterránea Karaman-ata, cerca de Ybykty.