Cultura del Pamir
Niño del Pamir, Ishkashim/span>
La cultura del Pamir es una mezcla única de antiguas creencias zoroastrianas y la rama chiíta del islam. Comenzó a formarse hace alrededor de dos mil años y ha sobrevivido hasta la actualidad gracias al aislamiento extremo sufrido por las formidables Montañas Pamir. En el pasado, la cultura pamiri prevalecía en varios enclaves de montaña de Asia Central, pero en la actualidad se ha desarrollado casi exclusivamente en los pueblos y aldeas diseminados a lo largo de la Carretera del Pamir.
La historia de la cultura pamiri comenzó cuando las tribus indo-iraníes migraron a la región hace más de dos mil años, trayendo con ellos la religión zoroastriana y la cultura. Esta cultura fue más tarde moldeada por las extremas condiciones de la vida en el Pamir, las cuales modificaron todo, desde el estilo de vida y las tradiciones hasta los rituales únicos y sus prácticas.
En el siglo VIII, Asia Central fue invadida por las tribus árabes quienes trajeron el islam a la tierra. A diferencia de los tayikos y la mayoría de los otros grupos étnicos de la región, la gente del Pamir aceptó voluntariamente las creencias de la rama chiíta del islam, ya que el islamismo llegó de la mano de los predicadores y no de la armada.
Los musulmanes ismailíes tienen su propio líder espiritual llamado Aga Khan, y actualmente el imán 49, Karim Aga Khan IV es altamente reverenciado en el Pamir. En retorno, el líder espiritual proporciona asistencia social a la gente del Pamir, más notablemente a través de la construcción de instituciones educacionales.
Lenguajes del Pamir
Los numerosos y diversos lenguajes de la gente del Pamir forman uno de los pilares de la cultura pamiri. Este intrincado sistema de lenguajes está dividido no solo en los grupos de lenguajes del Norte y Sur del Pamir, sino también en los varios dialectos, muchos de los cuales fueron una vez comunes en Tayikistán, Afganistán e incluso China. Algunos de ellos se presumen muertos, mientras que otros están en peligro de extinción. Dependiendo de la región, se utiliza el alfabeto latino, cirílico o incluso árabe.
Los lenguajes del Pamiri del Norte incluyen:
Bartang, un lenguaje en peligro aún hablado en el valle Bartang.
Vanj, una lengua muerta hablada hasta finales del siglo XIX en el Río del Valle Vanj.
Darvaza, una lengua muerta hablada hasta el siglo XV cuya existencia es conocida por las crónicas históricas.
Rushan, aún hablado en los bancos del Río Panj tanto en el lado tayiko como afgano. Rushan está en peligro de extinción, siendo que en la actualidad no más de diez mil personas lo hablan.
Sarykol, una lengua en peligro la cual aún puede ser oída en Murghab, aunque la mayoría de sus hablantes viven en Tashkurgan, China.
Khufsky, un lenguaje del pueblo de Khuf y uno de los dialectos del lenguaje rushan.
Shungan, el lenguaje principal de Gorno-Badakhshan, el cual es hablado por más de 100 mil personas y es enseñado en las escuelas locales junto con el tayiko.
Yazgulyam, hablado en el Valle del Río Yazgulyam, al oeste del Pamir.
Los lenguajes del Pamiri del Sur incluyen:
Wakhi, hablado por aproximadamente 75 mil personas wakhi en Tayikistán, Afganistán, Pakistán y China. Varios libros famosos han sido publicados en el lenguaje wakhi.
Ishkashim, una lengua en peligro hablada por no más de 800 personas de varios pueblos cerca de Ishkashim, Tayikistán.
Yidga, un lenguaje en peligro hablado por la gente Yigda de Pakistán.
Munjan, una lengua en peligro hablada por los habitantes del Río del Valle Munjan en Afganistán. Algunos lingüistas creen que es el mismo lenguaje que el Yidga.
Sanglich, un dialecto en peligro del lenguaje Ishkashim hablado por no más de 1500 personas las cuales viven a lo largo de la frontera de Afganistán en Tayikistán.
Vivienda Chid Pamiri
Un símbolo especial de la cultura pamiri es la tradicional vivienda llamada chid, cuyo diseño no ha cambiado por alrededor de mil años. Conteniendo significados religiosos, si no fuese por los objetos del hogar esparcidos dentro, el chid casi puede ser confundido con un templo. El interior está lleno de símbolos sagrados los cuales una vez estuvieron asociados con el zoroastrismo, pero que ahora están relacionados con los santos musulmanes, y muchas tradiciones se llevan a cabo en partes designadas de la casa.
Las paredes del chid están hechas de piedras y arcilla, mientras que el techo y los pilares de soporte son de madera. El centro de la casa contaba tradicionalmente con un foso de drenaje, el cual cuando no estaba en uso se cubría con una piedra grande. Dentro del perímetro de la casa había varios espacios habitables, incluyendo la cocina, el rincón de los invitados, el espacio para los niños y los cuartos femeninos y masculinos.
La vivienda chid estaba siempre soportada por cinco pilares, cada uno de los cuales tenía su propio nombre y simbolismo religioso. El pilar del Profeta Muhammad es la columna central, la cual en la época preislámica llevaba el nombre del dios zoroastra Saraosha. Este pilar simboliza la eternidad y la inviolabilidad del mundo, y su importancia puede ser vista por el hecho de que la cuna del recién nacido es siempre colocada cerca.
El pilar del Profeta Ali, el cual previamente se dedicada al dios Mitra, se levanta por los amigos, el amor y la fidelidad. Los recién casados se sientan en este pilar para asegurar que su nueva familia será feliz.
El Pilar de Bibi Fátima es dedicado a la hija del Profeta Muhammad y la esposa de Ali. Antes de la llegada del islam, era nombrado tras la diosa del agua, Ardvisura Anahita. Este pilar simboliza limpieza y abundancia en el hogar y tradicionalmente las novias se preparan para su boda en esta columna.
El Pilar de Hasan y Hussein, los hijos del Profeta Ali, se localizan en la entrada al chid y están conectados por un travesaño. En la época zoroastra, estos pilares eran nombrados tras los dioses Zamed y Ozar. Como símbolos de la tierra y el sol, se ubican en el centro de todos los rituales religiosos realizados en el hogar.
El techo de la vivienda pamiri, llamado chorkhona, es una cúpula de cuadro peldaños con una ventana cuadrada en el centro, desde la cual los habitantes del hogar podían determinar la hora del día. Los cuatro peldaños de la cúpula simbolizan la tierra, viento, fuego y agua, mientras que la ventana proporciona una conexión con el cosmos y con Dios.
A pesar de que debido a las influencias externas, muchos aspectos de la cultura pamiri se han ido perdiendo gradualmente, la preservación de las tradiciones encapsuladas en la vivienda chid están ayudando a perpetuar esta antigua cultura de montaña.