Cultura de Turkmenistán
La cultura de Turkmenistán cuenta con un encanto casi hipnótico por su autenticidad pura y sinigual. Influenciada a través de tiempo por los imperios iraní, las tribus túrquicas nómades, la gente sedentaria de la cercana Bujará y los habitantes de las costas del Mar Caspio, las tradiciones y costumbres formadas a lo largo de la feroz extensión de Turkmenistán han sobrevivido con orgullo a las arenas del tiempo. Las tradiciones únicas de Turkmenistán pueden ser apreciadas en un viaje al país menos visitado de Asia Central, donde los turistas pueden montar un caballo Akhal-Teke pura sangre, escuchar el exótico rasgueo del gidjak, disfrutar de una tradicional actuación bakhshi, comprar una pañoleta y maravillarse al admirar el proceso del tejido de alfombras, que cuenta con siglos de antigüedad.
Caballos Turcomanos Akhal-Teke
Los caballos turcomanos se encuentran entre las razas más raras y premiadas de mundo. Se cree que descienden del extinto caballo Nisean del actual Irán, mientras su nombre hace referencia a un oasis llamado Akhal y una tribu local conocida como Teke. Estos sementales, han sido por siglos los incansables ayudantes de los nómades locales y los soldados, aunque su valor va más allá de su velocidad y agilidad: agraciados, de patas finas y hermosos, lucen como estatuillas que ha cobrado vida. En el siglo XX, los caballos Akhal-Teke ganaron renombre internacional tras haber probado sus habilidades en competencias internacionales e incluso se incorporaron a los establos del la Reina Elizabeth II. Siendo un tesoro cultural, Turkmenistán cuenta ahora con una celebración dedicada a este majestuoso corcel. Los turistas pueden visitar los establos cerca de Asjabad para tomar lecciones de montar y admirar a estos lujuriosos animales.
Alfombras Turcomanas
Las alfombras turcomanas son el principal símbolo de Turkmenistán como los tulipanes en Holanda y los cigarros en Cuba. Históricamente, las tribus nómades han utilizado las alfombras para rezar, como elementos decorativos, armarios, camas, calefacción para las yurtas y amortiguación para los camellos. Las habilidades del tejido de alfombras han sido pasadas de madre a hija por generaciones, y en adición a seguir técnicas específicas, las mujeres deben ser cuidadosas en su selección de calidad de materiales y tinturas. Las alfombras turcomanas se definen por sus diseños geométricos y sus variadas sobras de rojo, sin embargo, cada tribu utiliza un diseño individual y una ornamentación única que no se duplica en ninguna otra parte. Cada alfombra toma una gran cantidad de tiempo y una increíble habilidad para su finalización y es por lo tanto altamente cotizada, con algunos de los ejemplos más históricos expuestos en el Museo de las Alfombras en Asjabad.
Ropa y Joyas Turcomanas
La ropa y joyas turcomanas están diseñadas para reflejar el estatus social de una persona y su región de origen, para protegerlas del mal de ojo y como protección contra el imperdonable clima. Incluso en la actualidad pueden verse muchas personas en Turkmenistán con trajes tradicionales, los cuales para los hombres incluyen camisas bordadas, zapatos a medida y gorros de oveja llamados telpek y para las mujeres una bata y tocados especiales. Los tonos de rojo son especialmente comunes en los vertidos turcomanos, ya que se piensa que el rojo tiene la habilidad de proteger contra el mal. Las joyas son igualmente valoradas como amuleto y como signo de estatus social. Pueden ser utilizadas por hombres, mujeres e incluso caballos premiados, y están tradicionalmente hechas de plata. Las joyas turcomanas a menudo incluyen incrustaciones de piedras preciosas con presuntas propiedades mágicas e imágenes de insectos y animales, vistos como un lazo entre el hombre y la naturaleza.
Música y Danza Turcomana
Las antiguas raíces de la música y danza turcomana se evidencian en los objetos del hogar de siglos de antigüedad decorados con imágenes de músicos y en los cuentos históricos de habilidosos compositores preservados en el folclore local. La más notable entre las danzas locales es la representación kushtdepdi, endémica de la tribu Yomut de las costas del Mar Caspio, pero ahora popular en festivales nacionales en toda la nación. Reconocida por la UNESCO, la danza kushtdepdi es llevada a cabo con precisión en orden de transmitir un significado especial. Danzas como esa son a menudo acompañadas por tradicional polifonía, instrumentos rituales y muchos otros tipos de campanas. Otros instrumentos populares actuales incluyen al instrumento de cuerdas dutar y el tuyduk, un instrumento de viento relacionado con ceremonias chamanes, que evocan a las antiguas religiones turcomanas y aún siguen siendo representadas en celebraciones locales.
Folclore Turcomano
Una de las más hermosas personificaciones del folclore turcomano es bakhshi, músicos-oradores itinerantes que van de pueblo en pueblo llevando consigo pocas posesiones, a excepción de su propia vajilla y su dutar, un instrumento de cuerdas. En actuaciones que duran por horas, las canciones de los bakhshi recuentan leyendas folclóricas y populares trabajos literarios. Con el tiempo, los bakhashi se volvieron tan reverenciados en la cultura de Turkmenistán que en la actualidad cuentan con su propia celebración nacional. De igual importancia eran las canciones folclóricas románticas y las melodías llamadas aydimi, las cuales se centraban en los temas cotidianos, desde la maternidad y los juegos de niños hasta las bodas, las labores manuales, el tejido de alfombras y ordeñar camellos. La originalidad de la música folclórica turcomana puede ser oída en la forma particular de su cantar con gran tensión en las cuerdas vocales y voces agudas, características que se desarrollaron en respuesta al paisaje del país y el estilo de vida nómade.
Literatura Turcomana
Los turcomanos son descendientes de la antigua gente conocida como los Turcos Oghuz, y fueron los desarrollos literarios del siglo VII de esas personas los que sentaron el precedente para la literatura turcomana moderna. La narrativa local alcanzó su cima en el siglo XVIII con los trabajos de Magtymguly Pyragy, el padre de la literatura turcomana. Magtymguly Pyragy solía utilizar canciones folclóricas y un nuevo estilo de poesía para componer alrededor de 800 poemas, los cuales le trajeron fama a lo largo de toda Asia Central. En el siglo XIX, una gran cantidad de escritores turcomanos utilizaban sus voces para compartir las historias de los valientes héroes folclóricos y para resaltar temas sociales apremiantes. A pesar de sus avances, la mayoría de la población nómade tradicional permaneció iletrada hasta que el moderno leguaje turcomano comenzó a desarrollarse a comienzos del siglo XX, basado en el dialecto tekin del turcomano. Décadas de gobierno ruso limitaron el contenido de la literatura turcomana, aunque sin embargo ayudaron a solidificar el lenguaje local en la forma escrita.