Folclore Turcomano
El folclore turcomano es expresado más vibrantemente en la vívida tradición de los oradores-músicos conocidos como bakhshi y en una variedad de coloridas canciones folclóricas utilizadas para contar las sutilezas de la cultura diaria en Turkmenistán.
Bakhshi Turcomano
Una de las más amadas personificaciones del folclore turcomano son los bakhshi, músicos itinerantes y narradores quienes por siglos han sido reverenciados en Turkmenistán. Los bakhshis eran populares entre muchos de los pueblos túrquicos medievales y, asimismo, jugaron un gran rol en preservar las epopeyas locales y popularizar la literatura clásica turcomana.
Siguiendo una tradición musulmana, los bakhshi utilizan ropas especiales: un “don” (una pesada bata de algodón), telpek (un gorro hecho de lana de carnero blanca y negra), una camisa blanca, suaves botas y amplios pantalones. Donde sea que viajen, estos músicos- narradores deben obtener agua extraída de un pozo y utilizar su propia vajilla, la cual cargan consigo todo el tiempo. El bakhshi no viaja solo, está acompañado en todo momento por un asistente quien conoce muy bien sus hábitos y gustos.
Los bakhshi deambulan con sus canciones de pueblo en pueblo y en todos lados las personas se preparan para sus visitas con anticipación; preparan comida, acuerdan los tópicos de las conversaciones y el lugar para el evento, el cual puede atraer hasta dos mil personas. Para la actuación se coloca una alfombra en una plataforma grande, se prepara una gran fogata para alumbrar a todos los presentes y a unos metros de distancia de allí, se despliega una manta o “datsarkhan” donde se colocan frutas, “chel-pek” (finos trozos de masa fritos) y refrescos. El bakhshi comienza a cantar a las cinco o seis de la tarde y finaliza a las ocho o nueve de la mañana del día siguiente. Cada dos o tres horas, toma un pequeño recreo de aproximadamente 10-15 minutos, durante los cuales bebe té y habla con las personas. Acompañado por las melodías tocadas por él en el dutar, sus canciones cuentan historias de leyendas folclóricas, cuentos de hadas y trabajos literarios populares.
Los bakhshi son figuras culturales tan importantes en Turkmenistán que son celebrados cada año en el Día de Bakhshi, llevado a cabo el segundo domingo de septiembre.
Canciones Folclóricas Turcomanas
Las canciones fueron una vez una parte integral de la cultura turcomana, con canciones separadas dedicadas al trabajo o al juego. Mientras que muchas de las canciones todavía pueden ser oídas en la actualidad, la mayoría han perdido su sentido original. Por ejemplo, hace siglos los turcomanos adoraban a un dios llamado Suyt Gazan, quien se creía proveía protección y lluvia. A pesar de que las canciones de celebración cantadas a Suyt Gazan aún existen, en la actualidad son cantadas solo como melodías para niños.
Las canciones folclóricas turcomanas están principalmente comprimidas en líricas románticas, con canciones separadas para hombres y mujeres. Las canciones de los hombres incluyen metáforas figurativas, comparaciones y epítetos, mientras que las de las mujeres, llamadas lale, cuentan acerca de los sentimientos de una mujer y a menudo hablan de las dificultades de ser mujer.
Un tipo de canción folclórica que permanece siendo muy popular en Turkmenistán es aydimi, un canto popular basado en los temas cotidianos. Hay canciones aydimi dedicadas a casi cada aspecto de la vida, incluyendo la maternidad, balancear a los niños para que se duerman, juegos de niños, bodas, labor manual, tejido de alfombras, ordeñar a los camellos, etc. Es a través de los aydimi turcomanos que muchas composiciones de poemas turcomanos clásicos han llegado hasta nuestros días.
Las epopeyas nacionales llamadas destan son extensas compilaciones musicales de poemas, leyendas, cuentos de hadas y tradiciones. Las canciones están acompañadas del dutar y siguen siendo populares incluso en la actualidad.
La originalidad de la música turcomana es también expresada en la manera local de cantar con tensión en las cuerdas vocales con tonos de voz aguda. Estas peculiaridades pueden ser atribuidas al paisaje de estepas y desiertos del país y el estilo de vida nómade, el cual sin lugar a duda contribuyó a que los habitantes turcomanos hablasen alto. Haciendo eco con el afilado contraste del delicado sonido del dutar, estas florecientes canciones cuentan maravillosas historias acerca de los valientes locales y el amado folclore turcomano.