Artes Aplicadas Armenias
Las artes aplicadas armenias se han ido desarrollando a través de siglos a medida que los artesanos locales absorbían las prácticas de las civilizaciones conquistadoras, utilizando las habilidades adquiridas para crear vibrantes mosaicos de arte. Joyeros armenios, ceramistas y tejedores pasaron sus habilidades a sus descendentes y en la actualidad las artesanías armenias deslumbran con sus elaborados diseños y sus ricos colores.
La cerámica, que data del siglo VII AC, las joyas de la Era de Bronce y las alfombras medievales tejidas, una vez alabadas por Marco Polo, continúan impresionando a los visitantes del país. Los turistas podrán admirar ejemplos históricos en los museos, observar los oficios antiguos que se realizan en fábricas especiales y comprar productos hechos a mano.
La historia de la cultura de Armenia puede ser rastreada a las regiones de las primeras civilizaciones. En el siglo VI AC la realización de cerámica estaba bien esparcida en Armenia, mientras que las joyas fueron confeccionadas durante la Era de Bronce o quizás incluso, con anterioridad. El Museo de Historia de Armenia y el Museo de Etnografía, ambos en Ereván, son magníficos sitios para descubrir muchos de estos hallazgos.
Mientras que la cerámica y las joyas de Armenia son impresionantes, la verdadera cúspide de las artes aplicadas de Armenia son las alfombras tejidas. La alfombra más antigua hallada en la región data del siglo XIII y fue hallada en el pueblo de Banants, sin embargo, muchos investigadores consideran que una alfombra Pazryk del siglo V AC, la cual fue excavada de una tumba congelada en Siberia, es de origen armenio.
Las alfombras eran utilizadas para cubrir los pisos, paredes y muebles y eran un elemento esencial en cada hogar. A pesar de poseer diversos colores y motivos, las alfombras armenias contenían elementos en común: eran corrientes las representaciones de águilas y dragones y al tejer la alfombra se debía observar un estricto grupo de reglas por parte de las mujeres armenias, quienes cuidaban a sus alfombras tejidas como reliquias familiares. Las alfombras armenias se hicieron famosas entre los extranjeros que visitaban el área, y tanto el geógrafo árabe Al-Masudi como Marco Polo alabaron las alfombras por sus colores únicos y su gran calidad. Los mercaderes de Florentina incluso las importaban a Florencia desde las ciudades armenias de Ayas y Sis.
Incluso en la actualidad, el tejido de alfombras en Armenia permanece como un sector floreciente de las artes aplicadas armenias. A pesar del cambio de la práctica casera a la producción en masa, muchos artesanos aún tejen sus alfombras de acuerdo con las técnicas tradicionales. Las alfombras pueden ser compradas en mercados locales y tiendas en Ereván, mientras que el arte de tejer alfombras puede ser visto en sitios tales como la Fábrica de Alfombras Megerian.