Jachkares Armenios
Los jachkares armenios (también Kachkars de Armenia) son monumentos de roca en forma de cruz únicos, los cuales se han convertido en sinónimo del país mismo, dado a que están tallados solo por artesanos locales y miembros de la diáspora armenia.
Los jachkares sirven como conmemoraciones de piedra, emblemas religiosos y símbolos nacionales de Armenia. Su característica distintiva es una cruz sobre un rosetón con elaborados patrones decorativos que cubren el resto de la superficie de la piedra. Originalmente se creía que las cruces armenias podían otorgar protección contra los desastres nacionales y podían llevar salvación a las almas de un ser vivo o fallecido. También se utilizaban para conmemorar una victoria militar o la construcción de una iglesia. A pesar de que los jachkares son comúnmente levantados en tumbas, raramente se utilizan como lápidas.
Los primeros jachkares armenios aparecieron en el siglo IX. El jachkar más antiguo existente, que data del año 879, fue hallado en Garni y está tallado con una inscripción dedicada a la reina Katranide I, la esposa del rey Ashot I Bagratuni. El arte de tallar los jachkares alcanzó su mayor esplendor en los siglos XII-XIV. Declinó subsecuentemente durante la invasión mongola, solo para ser revivido en los años siguientes. En la actualidad esta forma única de arte armenio continúa, y los talladores de jachkares, llamados “varpets”, pueden ser encontrados en toda Armenia.
Hoy en día existen 40.000 jachkares armenios históricos en todo el país, mientras que la colección más extensa que ha sobrevivido se encuentra en el Cementerio de Noraduz, cerca del Lago Seván. Los jachkares de Noraduz cuentan con una totalidad aproximada de 900 piezas de diversas eras históricas. En el Museo de Historia de Ereván y en la Catedral de Echmiadzin, pueden observarse muchos maravillosos ejemplos de jachkares. Fuera de Armenia los jachkares pueden ser vistos en el Museo Británico, el Museo Metropolitano de Arte y el Museo Nacional de Etnología en Osaka.