Cine Armenio

La formación del cine armenio fue originalmente inspirada por cineastas extranjeros que viajaban a través del Cáucaso.

Las primeras películas locales fueron documentales producidos en 1907 acerca del funeral de Khrimian Hayrig, el Católico de Todos los Armenios, y en 1911 el entierro de Mateo el Católico, ambos filmados en Echmiadzin. Los primeros cines armenios aparecieron en 1909-1910 y en marzo de 1913 se produjo la primera auténtica producción armenia al filmarse la película “Haykakan Sinema” (Película Armenia) producida en El Cairo por el publicista armenio-egipcio Vahan Zartaryan.

Durante la era soviética, el cine armenio se encontró bajo el estricto control estatal. En 1923 se estableció el Comité Estatal de Cine, conocido como Goskino, el cual supervisaba todas las producciones cinematográficas. Dos años más tarde, el afamado director armenio Hamo Beknazaryan, formado en Moscú, produjo la primera película de ficción llamada “Namous”, que significa “Honor”. En las décadas siguientes, artistas asociados con Goskino lanzaron numerosos documentales dedicados a la Unión Soviética, la cultura armenia y el Genocidio Armenio.

A finales de 1950, principios de 1960, la censura de debilitó y en 1955 se produjo uno de los primeros documentales religiosos realizados bajo el gobierno soviético, llamado “Elección del Católico Vazgen I”, el cual duraba 30minutos. En 1969, Sergei Parajanov produjo la película armenia más aclamada de todos los tiempos, “El color de las grandas”, una poética adaptación de la vida del trovador armenio del siglo XVIII Sayat-Nova, el cual ha inspirado a celebridades de todo el mundo incluyendo a Madonna y Lady Gaga.

Con el implemento de la perestroika a finales de 1980, las regulaciones de la industria cinematográfica de Armenia se relajaron y se pavimentó el camino para el incremento de proyectos dedicados a la religión y otros temas tabú. Fue durante este período que nació la monumental serie televisiva llamada Matenadarán. Dirigida por Hovik Hakhverdyan, la serie consistía en diversos clips de 29 minutos de duración los cuales introducían la historia y cultura de Armenia a través del mundo único de los manuscritos armenios antiguos.

Tras el colapso de la Unión Soviética, los directores armenios obtuvieron nuevamente la libertad en la elección de temas. En la actualidad, aclamadas producciones cinematográficas que reflejan el estilo de vida tradicional armenio pueden ser vistos en varios festivales internacionales de cine, incluyendo el Festival Internacional de Cinematografía de Ereván Damasco Dorado, el cual se realiza anualmente.