Teatros de Kirguistán
A pesar de que Kirguistán no es reconocido como un centro de artes escénicas, la región cuenta con varios escritores y artistas famosos. Hay una próspera escena artística en Kirguistán con teatros y escuelas de arte en todo el país. Los estudiantes pueden estudiar danza, interpretación, música y cine y hay espacios de interpretación que acogen regularmente producciones.
El Teatro Estatal de Ópera y Ballet de Kirguistán fue fundado en 1926 como teatro de formación. El edificio actual se construyó en 1955, y aún hoy en día sigue ofreciendo espectáculos regulares. Algunos notables artistas son Abdylas Maldybaev, quien ayudó a escribir el himno nacional de la Kirguistán soviética y a quien está dedicado el teatro, y Bubusara Beyshenalieva, una bailarina principal y solista quien actuaba regularmente tanto en la Unión Soviética como en el exterior.
El teatro más antiguo de Kirguistán es el Teatro estatal de Música y Drama uzbeka de Osh, localizado en la ciudad de Osh. Fundado en 1914, el teatro presenta numerosos espectáculos teatrales y musicales en uzbeko y apoya el desarrollo del teatro y la música en esa región. Bishkek es también hogar del Teatro Nacional Académico Kirguiz de Drama y del Teatro Estatal Nacional Ruso de Drama. Ambos teatros de Kirguistán albergan representaciones de obras escritas tanto por escritores locales, así como también trabajos traducidos a otras lenguas.
En el centro de Bishkek se halla la Filarmónica Nacional kirguisa. En la plaza, en frente de la Filarmónica se encuentra una gran estatua de Manas, y rodeándola hay bustos de famosos manaschi y akyns, en honor a la larga historia musical de Kirguistán. La Filarmónica en sí está nombrada tras Toktogul Satylganov, otro de los más famosos músicos y poetas de Kirguistán. Allí es posible escuchar representaciones de los mejores músicos de Kirguistán y el exterior.
El cine también ha jugado un gran rol en las artes escénicas en Kirguistán. Las producciones cinematográficas llegaron tarde a Kirguistán, pero se convirtieron en centrales, debido a que, tras la Segunda Guerra Mundial, el principal centro cinematográfico de la Unión Soviética fue evacuado a Asia Central. Chingiz Aitmatov, el escritor más famoso de Kirguistán, tenía la mayoría de sus historias cortas y novelas adaptadas para la pantalla. Tolumush Okeyev realizó películas activamente desde 1960 hasta los años 80 y es famoso por mostrar ampliamente la belleza y poesía del paisaje kirguiz. Aktan Abdykalykov también alcanzó la fama internacional con Beshkempir, una historia acerca de cinco abuelas que adoptan a un niño pequeño. Ruslan Akun es el cineasta moderno más influenciador, con películas como Salam, Nueva York y Herding ganadoras de premios tanto en Kirguistán como en el exterior.