Yurtas kirguisas
Las yurtas son una de las partes más esenciales de la cultura kirguisa y son algo más que simples casas. Representan la familia, la tierra y el universo, y cubren todo desde el nacimiento hasta la muerte. Los yurtas poseen gran parte de la cultura kirguisa, desde rituales y ceremonias importantes hasta la artesanía y el arte tradicional.
Es posible encontrar yurtas a lo largo de toda Eurasia, pero las mismas presentan pequeñas diferencias en los materiales, dimensiones y tradiciones. Las yurtas kirguisas están formadas por una cúpula de postes de abedul atados a una celosía que forma las paredes verticales. El exterior está hecho de fieltro y lana, que es repelente al agua y cálido, y se puede parchear fácilmente según sea necesario. La parte superior de la yurta es un círculo de madera, llamado tunduk, que forma uno de los símbolos más esenciales de la familia y el universo. Una pequeña ala de felpa cubre el tunduk, el cual puede abrirse cuando el clima es lindo para dejar pasar la luz y el aire fresco, y cerrarse cuando el clima es frío y húmedo. El tunduk es uno de los diseños más esenciales en Kirguistán y es utilizado en su bandera. Todo el diseño de la yurta está centrado alrededor del concepto de ser portable y flexible, apto para cada estación y locación.
El centro de la yurta sostiene el fuego de manera tal que el humo pueda escaparse a través del tunduk. Opuesto a la puerta se apilaban las colchas que podían extenderse a la noche para dormir. Las paredes eran de lino con láminas de esterillas, las cuales podían tener intrincados diseños. Otros textiles, incluyendo shyrdaks, encajes y otros elementos de felpa decoraban la yurta. Cada objeto tenía un lugar específico, y su diseño también tenía un significado particular. Muchos de estos diseños y ornamentos venían de la naturaleza, ya que los nómades vivían muy cerca de ella. Tradicionalmente el lado derecho era reservado para la mujer y albergaba platos y elementos para cocinar, coser y bordar. El lado izquierdo, el lado del hombre, guardaba arneses, cuchillos de caza y todo lo necesario para el cuidar del rebaño y cazar.
En la actualidad, las yurtas no son la principal vivienda, ya que la mayoría de las personas viven en casas y apartamentos. Algunas personas son aún seminómadas, transportando sus yurtas y ganado a las pasturas de verano durante los meses cálidos. Los visitantes pueden quedarse en campamentos de yurtas, los cuales son una manera confortable de experimentar la cultura kirguiza. A pesar de que en algunos lugares es posible que no haya agua corriente o electricidad, las yurtas son la mejor manera de experimentar la hospitalidad y calidez de la cultura de Kirguistán.